Final de temporada para el División de Honor con un cúmulo de emociones que se han vivido en el Alfonso San Casto. Ganó el Rayo Vallecano, 1-2, en un encuentro en el que durante muchos minutos vivió como campeón de Liga aunque al final la victoria del Atlético se lo impidió pero por encima del resultado quedó la satisfacción de la UDSM por su temporada rubricada con un último gol digno del mejor guión de una película.
Con la emoción a flor de piel se vivió el último partido de la temporada de División de Honor en el Alfonso San Casto. Un duelo al que la UDSM llegaba con los deberes hechos y en el que tenía enfrente a uno de los grandes de la temporada y que hasta casi el final luchó por el título de campeón.
Pero las emociones empezaron incluso antes del pitido final. Sorpresa para los jugadores que al entrar a vestuarios para recibir la última charla se encontraron allí con sus familiares más directos para recibirles con un aplauso por su esfuerzo durante todo el año y recibir juntos esas últimas palabras porque así es este equipo, grande porque lo forman los que juegan y los que le rodean.
Posteriormente salida al terreno de juego con pasillo al equipo formado por sus 'hermanos' del club, jugadores de categorías inferiores que quisieron dar su reconocimiento antes de que empezara a rodar el balón.
Y comenzó el duelo en el que el Rayo se lo jugaba todo y en el que demostró su enorme calidad ante una Unión Deportiva Santa Marta que hizo lo que toda la temporada, pelear e intentar ir siempre a por el partido.
Una lucha de poder a poder en el que la primera oportunidad fue para los nuestros aunque el que se adelantó fue el Rayo Vallecano. Su delantero Sergio aprovechó una cesión al portero que salió floja para hacerse con el esférico y marcar a placer, absolutamente sólo ante el portero. Una concesión así ante el Rayo se paga.
Pero el fallo no arrugó a los de Sergio Hernández que acabaron el primer tiempo achuchando de lo lindo al Rayo. El portero visitante evitó el tanto que rondaron Boigues y Aaron.
Después del descanso el Rayo pareció sentenciar el duelo de nuevo en una ocasión que aprovechó Sergio. Se podía pensar que el partido estaba finiquitado pero ni muchísimo menos, quedaba mucho por vivir.
En el minuto 78 se produjo un momento importante con la entrada en el terreno de juego de Rubén, jugador que se lesionó en pretemporada de gravedad y disfrutaba así de sus primeros minutos tras una larga recuperación. Un momento celebrado aunque no tuvo comparación con lo que sucedió diez minutos después. Un balón recuperado en el centro y un envió en profundidad para la carrera del propio Rubén que se plantó en el área, entrando algo escorado y en el mano a mano no dudó y batió al portero del Rayo.
Un gol que se celebró como un título porque era un gol muy importante para un miembro de la familia que ha pasado una larga temporada. No dio para ganar pero poco importó porque permitió acabar el partido con una sonrisa. Un final feliz y merecido.