Impresionante. Sólo cabe calificar así lo vivido en el Alfonso San Casto que celebró por todo lo alto la victoria de nuestro equipo de División de Honor por 2-1 ante el Diocesano en un encuentro que se decidió en el tiempo de descuento con un gol de Morante. Un tanto que se celebró como un título y es que cualquier triunfo es importante y con emoción se disfruta a lo grande.
Se merecía el División de Honor una victoria para la que ha hecho méritos en varias jornadas consecutivas. El equipo de Sergio sigue creciendo y sumar de tres en tres seguro que da más confianza para seguir por ese camino. Ante el Diocesano era importante intentar conseguir los tres puntos para seguir abriendo distancias respecto a los equipos situados por debajo y para mantener a otro rival en esa misma pelea.
Como siempre, el Juvenil A salió a por todas y los primeros centros desde la banda derecha generaron claro peligro sobre la portería visitante. El Diocesano se protegió atrás y dificultó que llegaran más ocasiones cerca de su área pero persistió la UD Santa Marta que también a balón parado y por mediación de Aaron pudo hacer el 1-0. Un tanto que se resistía pero que llegó al borde del descanso precisamente por medio de Aaron que aprovechó una salida del portero y un balón suelto a 30 metros del área para poner su punto de mira en el marco vacío y no errar.
La mala fortuna se volvía a cebar con el equipo local en la reanudación porque justo después de tener una ocasión clarísima para empatar que no cuajó, el diocesano empataba el encuentro con un golazo de falta.
Pese al empate no se vino abajo el equipo que trató de buscar de nuevo el gol y tuvo varias ocasiones aunque también el Diocesano llegaba con peligro. El duelo podía caer de cualquier lado mientras con el paso de los minutos aumentaba más y más la emoción. Raúl y Visus tenían que dejar el terreno de juego lesionados, la situación se complicaba con la llegada del minuto 90.
Pero el partido no acaba hasta que lo marca el colegiado y en el añadido llegó el extasis. Un saque de esquina botado hacia el área del Diocesano en el que emergió la figura de Morante para elevarse por encima de todos, casi como colgado del cielo, y cabecear al fondo de la portería. Inapelable y celebrado gol para dar otro empujón a un equipo que lo merece.