Cuestión de control, constancia y co...razón

Domingo 18 de Septiembre de 2016

Victoria más que merecida del primer equipo y muy corta para sus méritos ante el Laguna. El 1-0 marcado por Rubio llegó en el minuto 90 después de un partido repleto de ocasiones, de dominio y de perserverancia. No perdió la fe el equipo que suma tres puntos importantes.

Si decimos una docena clara de ocasiones puede que incluso nos quedemos cortos. El dominio y las llegadas constantes del equipo durante los 90 minutos fueron la nota dominante ante Laguna y cuando parecía que habría que conformarse con el empate, la justicia divina esta vez sí actuó. Rubio, que había entrado en uno de los cambios realizados por Arturo, hizo bueno el acoso y derribó el muro haciéndose con el balón en un barullo en el área y enviándolo a la misma escuadra, imparable. Por fin.

Y es que cualquier otro equipo podía haber perdido la fe después de comprobar la cantidad de ocasiones que no quisieron entrar. El Laguna fue el primero en disparar a puerta a los tres minutos pero esa fue la única vez en todo el partido que pusieron a prueba a Manu.

A partir de ese momento el balón fue claramente del Santa Marta y las llegadas se repetían de diferente forma. En jugadas combinadas, en llegadas por banda, en pases interiores, en envíos en largo. Cascón, Ramajo, Borrego y Manu acumularon cuatro ocasiones clarísimas en la primera media hora y el larguero evitó el gol de Borrego a los 33 minutos en un chut a bocajarro.

Y así hasta el descanso al que se llegó justo después de que Ramajo tirara ajustado y el balón se fuera rozando el palo. 

Más de lo mismo tras la reanudación. Borrego dejó el campo después de volver loca a la defensa y de haber visto como el portero le sacaba un disparo en un mano a mano. Por él entró Cornejo que repitió la jugada y la ocasión. Que no hubiera subido un gol al marcador parecía ciencia ficción.

Rubio fue el siguiente en sumarse a la nómina de jugadores con oportunidades mandando un disparo al larguero pero tanto llamar a la puerta, más que llamar aporrear, acabó abriéndose ya en el 90. Con siete jugadores del Santa Marta metidos en el área rival fue Rubio el que encontró el balón bueno y lo envió donde ni defensas ni portero podían evitar que se hiciera justicia. Gol y final. Victoria por control, constancia y co... vamos a dejarlo en corazón.