Aquí no renuncia nadie

Sábado 25 de Marzo de 2017

Victoria clara del Santa Marta que no dudó nunca de sacar adelante su partido ante el Ejido, 3-0. No bastó todo lo que hizo durante los primeros 45 minutos pero en la reanudación le metió una marcha más al partido y cayeron tres goles que pudieron ser más.

Sin dudas. La Unión Deportiva Santa Marta sigue firme en el Alfonso San Casto y logra una victoria contundente ante el Ejido en un partido que se resolvió en el segundo tiempo aunque lo dominó de principio a fin.

Era un partido para tener paciencia y eso quedó comprobado en los primeros 45 minutos con un rival muy bien situado en el terreno de juego, con dos líneas defensivas muy juntas diez metros por delante del área. Pocos espacios y mucho riesgo de caer en el fuera de juego, así que los de Arturo movían el balón con paciencia, buscando las bandas e intentándolo también con disparos en cuanto había la oportunidad cerca de la frontal.

Pudo llegar algún gol porque ocasiones hubo para ello. Dos clarísimas y totalmente seguidas después de un mano a mano de Manu con el portero que rechazó el balón. Esférico que cayó a los pies de Cornejo cuyo envío se fue al larguero. Manu también lo probó con un par de disparos que fueron desviados por poco o acabaron topando con la tupida defensa visitante. Atrás apenas se pasaron apuros así que había que seguir esa línea de seguridad y perseverar.

Y lo hizo el Santa Marta en el segundo tiempo metiendo todavía un punto más de intensidad porque antes o después podía ceder la resistencia defensiva. Y cayó después de un gran pase de Asensio hacia la internada de Ramajo, que no dudó en su disparo y sorprendió al portero para hacer el 1-0.

Una ventaja que ponía de cara el partido a los locales porque ahora el rival tenía que intentar algo más y además se quedaba con diez jugadores tras una falta a Rubio. A partir de ahí se desmelenó el ataque local y el premio llegó en forma de golazo. Un tanto de Manu marcado de preciosa vaselina.

No quedó ahí el asedio local y Cascón obtuvo recompensa a su partido con un tanto que sirvió para cerrar el partido. Fue un 3-0 pero pudieron ser más tantos porque ocasiones hubo más hasta el pitido final, la demostración de que aquí no renuncia nadie.